Los Balcones y el Romance Cap. 3

Recuerda Reina para esta historia nace un protagonista cada mil años...

-Un café y un whisky con hielo para el señor (Dijo ella), Así aun lo tomas no?
- No cambiaría por nada eso, y déjame decirte que lo pediste de la manera más hermosa que nadie nunca nadie me pidió un trago.
- ¿Qué llevas en la maleta?
- Es mi Amigo, el Dr. Montalvan, siempre viajamos juntos, aunque cuando vamos por carretera siempre es un cascarrabias...(él sacó un gato enorme hecho íntegro en bronce, lo puso encima de la mesa y lo volteó para que lo pueda ver directamente a los ojos)
- Es un tipo de mascota?
- Es el Dr. Montalvan
- Hace nueve años que esperaba esta conversación. (Dijo ella cogiendo su taza y probando un sorbo de su caliente café)
- Bueno, ya no tienes que esperar mas aquí estoy Reina, a tus pies, nueve años después, con muy poco pelo, medio loco, borracho y por supuesto sin calzoncillos.
- ¿y eso?
-Estoy metido en una guerra santa entre mis testículos y mi alma, los dos quieren ser libres.

Ella hecho a reír, se agarró la boca para que sus carcajadas no llegasen a la calle de aquel café limeño. Él, la miraba intensamente como queriendo recordar a aquella muchacha que corría desnuda tratando de escapar de él y sus juegos después de cada sesión amatoria, después de cada entrega de amor, buscaba entre su blusa media abierta y su pelo suelto como a él siempre le gustaba.

- ¿Dónde te estas quedando? (le pregunto ella, pero sin mirarlo)
- ¿Ahora?
- Si.
- Duermo con una amiga mía, que me da calor solo en las noches porque de día tiene un hijo que atender.
- ¡Si si Claro! ( dijo ella perdiendo la mirada en su taza)
- es mas fácil hacerle el amor una desconocida agradable, te cree toda la mierda que le dices, porque ella también cree que todo eso será verdad a la mañana siguiente.
- Sigo sin entenderte, siempre haz sido tan difícil para contar tus cosas. Pero claro, para escribir si eres rápido. Oye, hablando de eso, ningún libro tuyo llegó nunca acá a Lima.
- Debe ser , nunca he dicho que soy Peruano
- ¿qué?
- Siempre digo que soy Colombiano, ahí el café es mas putañero.
- ¿y cómo le haces con el acento?
- Solo tienes que ponerle un "epa" a cada frase y listo 100 mil boludos te creen.

Él seguía dando vueltas su vaso de whisky, mientras la observaba guardar ese poquito de decencia de mujer casada, interesada en una buena charla con un antiguo amor que le enseño lo bueno de la vida. Ella sentía en su pecho nacer unas ganas locas de tirarse encima suyo y besarlo decirle que lo había extrañado, pero sabia que no podía alquilar otra ves, así, su pobre y destruido corazón.
- ¿Cómo se llama? (Pregunto Él)

Ella perdió la mirada, sonrió y dijo:
- Arturo
- ¿Te ama mucho?
- Sí, es lindo, me cuida mucho, siempre esta ahí cuando lo necesito.
-¿Te ama más que yo?
- No
- ¿Eres su Reina?
- No
- ¿Hijos?
- 2
- ¿Mascota?
- No, el ama los gatos y yo los detesto ent...
- Si recuerdo (Interrumpió)
- Quiero que los conozcas, te van a caer muy bien, mi hijo es un loco hay veces creo que será como tú, ¡que Dios lo libre! jajajaja.
- Reina, ¿ir a tu casa? Me encantaría, pero qué le vas a decir, que soy un vago que recogiste de la calle.
- - no, a ver, uhmm ¡ya sé! diremos que eres mi tío
- Interesante
- jajaj ya me había olvidado de eso
- Sí, lo sé ( Dijo él y escondió al Doctor en el maletín)
- ¿Nos volveremos a ver?
- Siempre
- ¿A donde vas?
- es hora de que vuelvas Reinita Bella.
- ¿Cuando nos veremos otra vez?, dime dónde buscarte o tu teléfono
- Tan solo nos volveremos a ver Reina, sólo hay una cosa que deseo escuchar para estar tranquilo y sé que tú me la puedes decir, desde hace 9 años no la escucho... (Cogió su sombrero y se lo puso muy bajo como para que ella no notara sus lágrimas)
- Eres un Tonto
- Gracias Reina. Gracias
Ella se quedó sentada en el café, viéndolo alejarse, él abrazó su maletín y caminó bajo la lluvia hasta que desapareció como un fantasma..